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Una bodega de elaboración de vino, construida hace treinta años, se actualiza y transforma su proceso de producción. Pero ese proceso de cambio requiere a su vez que se vea reflejado en su imagen. Nos encargan, por tanto, buscar actuaciones puntuales encaminadas a transformar o reconfigurar su aspecto. Traducir ese avance empresarial a través de pequeñas puntualizaciones. Además había que poner “más edificación” para crear una nueva zona de recepción, de visitas, tienda y degustación de vinos, y ajardinar tres isletas vacías.

Las ideas preconcebidas van desapareciendo cuando se inicia un proceso de búsqueda. Un lugar lleno de objetos y cosas. Algunas tiradas, otras fuera de uso, otras obsoletas. También hay palabras, acciones, intenciones. Falta unir, entrelazar, seguir mirando. Buscar alguna forma de conectar, de dar continuidad, o separar..............

El primer encuentro está relacionado con el paisaje. En este caso son las viñas con su trazado geométrico de producción agrícola. Y por ellas discurren caminos. Caminos que atraviesan, delimitan y son delineados por la topografía. Un paisaje geométrico cortado por líneas curvas, formando dos sistemas relacionados con lo artificial y lo natural.
Solamente queda la acción de no crear nada nuevo. Tan solo reinterpretar lo existente. La reutilización de objetos y cosas disponibles en el lugar, cambiando su significado. Procesos de transformación conectados al paisaje. No perder la historia allí encontrada para obtener nuevas formas de pensar. Quizás, lo más llamativo sea la reutilización de tres depósitos de 1,5 millones de litros, cada uno, para obtener tres espacios de recepción, degustación y tienda. Sin embargo lo importante son esos procesos de búsqueda y transformación de objetos, lugares, pensamientos,...